O trocadilho parece impossível, mas não é raro ouvir/ler que “a janela da Europa causa o terror nos clubes brasileiros”, terror transmitido com naturalidade e bom humor, um salve-se quem puder no mínimo apolítico, e como se não bastasse, “os clubes precisam disso para fazer caixa”. São jornalistas, presidentes de times, e eles, los peloteros – as estrelas da trupe…
Pronto, depois é só aguardar a chegada dos homens do charuto e do anel de ouro às gôndolas das quatro linhas, para dar sequência à História e estarmos vivos para mais este desdobramento colonialista, só que no universo esportivo. Hoje, nem moleque de 10 anos escapa de contratos milionário$ no continente europeu, basicamente.
Um dos ralos para onde escoam “os nossos boleiros” é a Suiça, como trouxe o sítio ‘Rebelión’, país pouco influente em competitividade futebolística, mas que da mesma forma que todos os grandes clubes do hemisfério sul, ou os do lado ‘gitano’ europeu, é ótima barriga de aluguel, neologismo adaptado da ética médica para o futebolês. (Ricardo S.)
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Latinoamericanos y africanos, un plus esencial en el deporte europeo: El ejemplo helvético
La segunda semana de julio se inicia una nueva temporada del fútbol suizo de primera división (Axpo Super Liga). Una vez más, como en los últimos años, en la competición helvética – como en los demás campeonatos del continente -, será significativa la presencia de jugadores extranjeros.
por Sergio Ferrari
(en colaboración con swissinfo)
Si bien en Suiza el contingente extranjero mayoritario continúa siendo el europeo – particularmente italianos y franceses -, no menos significativa es la participación africana y latinoamericana.
Lo que aporta una mezcla de perfiles, estilos y culturas deportivas que rompe fronteras y enriquece la cotidianeidad en los terrenos de fútbol. Y convoca más espectadores que se acercan a los estadios en busca de lo diferente. Numerosos son los jugadores de esos dos continentes convertidos en referentes para los “fans” de los principales clubes nacionales. Realidad que se repite en todas las ligas del Viejo Mundo.
Una inmigración que oxigena
Los diez equipos que animan la máxima competición helvética cuentan con importantes refuerzos en sus filas originarios de África o Latinoamérica.
En torno a 25 jugadores de los planteles principales, provienen de una decena de países de África: Malí, Nigeria, Camerún, Túnez, Gana, Senegal. Costa de Marfil, Benín, Angola, Congo y Marruecos.
Y una quincena de seis países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana, Colombia y Costa Rica.
En cada uno de los 10 planteles de la primera división suiza, hay al menos 2 jugadores africanos o latinoamericanos.
Young Boys, de Berna, con 8 africanos, cuenta con el mayor número de deportivos provenientes de ese continente. Cuatro, son originarios de Costa de Marfil. YB sostiene una activa relación de contrapartes con una escuela de fútbol en ese país.
El Fútbol Club Sion, reúne 7 jugadores africanos en su plantel. Y cuenta con dos latinoamericanos (Alvaro Saborio de Costa Rica y Alvaro Domínguez de Colombia).
De la quincena de latinoamericanos que juegan en Suiza, Argentina, es el país mejor representado.
Ocho jugadores de la división superior vienen de ese país. Entre ellos, Franco Constanzo, David Abraham, Marcos Gelabert y Federico Almeraes, en el Fútbol Club Basilea. Sergio Bastida, en Aarau; Julio Rossi, en Neuchatel Xamax; y Gonzalo Zarate, en Grasshopper.
África, bien representada
“Hace 9 años que estoy en Europa. Primero en Bélgica, luego en Francia y ahora en Suiza. Y me siento bien adaptado a la lógica y a la organización deportiva helvética”, enfatiza Gilles Yapi.
Destacado mediocampista de Young Boys (YB), muy querido por los seguidores, Yapi, 27 años, es una de las atracciones del equipo capitalino, junto con el atacante estrella Seydou Doumbia – goleador máximo la temporada pasada -, ambos originarios de Costa de Marfil.
Yapi es consciente que los jugadores que vienen de África y América Latina aportan un plus valor. Y lo entiende como parte de una lógica profesional coherente. “Si jugamos es porque lo merecemos. Nadie regala nada en el campo profesional. Pienso que aportamos algo diferente. Y es importante que lo hagamos. Ese es el objetivo por el cual estamos aquí y por el cual nos contratan”, sostiene.
Valor adicional: “cuando la gente lo reconoce y nos lo comunica. Nos hace sentir bien y orgullosos de nuestra presencia en la vida deportiva nacional”, enfatiza.
Mucho se habla de Suiza como “trampolín de promoción”, y puerta de entrada hacia otros clubes y campeonatos de países europeos más reconocidos internacionalmente.
Para Yapi no hay misterio ni duda: “todo jugador, como cualquier ser humano, quiere progresar profesionalmente. Y si bien yo tengo muy claro de brindarme hoy por entero a Young Boys hasta el fin de mi contrato, no puedo negar que tengo siempre el sueño de poder jugar en otra liga que sea todavía más competitiva”, admite.
De América Latina a Suiza: “un privilegio profesional”
“Jugar en Suiza y poder llegar a un equipo como Young Boys, es un avance muy significativo para mí. No son tantos los jugadores latinoamericanos que podemos llegar al fútbol europeo”, enfatiza el defensor argentino Emiliano Dudar.
Nueva adquisición del equipo capitalino, Dudar, 27 años, viene de concluir una temporada exitosa con el equipo de Bellinzona, quien ascendió a la primera división el año pasado.
Tras su ya larga historia deportiva una serie de nombres importantes como Independiente, Banfield, Tigre, de Argentina, o el Vasco da Gama brasilero.
“Es un placer jugar en Suiza, un país que está en constante crecimiento futbolístico. Se ve, por ejemplo, en la calidad de la infraestructura deportiva y de los estadios de la mayoría de los equipos, resultado de inversiones significativas. Y en la capacidad de contratar jugadores extranjeros. Eso establece una gran diferencia, por ejemplo, con Sudamérica”, concluye.
{ Rebelión }
Publicado em 12.07.2009