4F: El despertar de la conciencia del pueblo
Hace 19 años, en la madrugada del 4 de febrero de 1992, en las calles se escuchó el ruido de sables y reclamos; civiles y militares alzaron sus voces rebeldes para defender la soberanía. Marcó el inicio del despertar de la conciencia de un pueblo.
Los integrantes de la Operación Zamora, conformada por las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal iniciaron a las tres de la tarde (3:00 PM), del 3 de febrero de 1992, un sublevación militar en contra de la gestión política y económica del para ese momento presidente Carlos Andrés Pérez.
En la rebelión cívico-militar participaron cinco tenientes coroneles al mando de la operación: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta, y Miguel Ortíz Contreras; seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados.
El general de División William Barrientos contó como sucedió la toma en Valencia donde él era el segundo comandante accidental del Grupo Artillería Lara 155 autopropulsado.
“El día 3 de febrero a las 9 y media a 10 y 15 estábamos reunidos, juramentando en el Pedro León Torres a los oficiales que iban a participar en el Movimiento; fue el mismo juramento de Samán de Güere”.
Las acciones en el Distrito Capital se iniciaron aproximadamente a las 11 de la noche del día 3 y los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar en la residencia presidencial La Casona, en el Palacio de Miraflores y en la base aérea Francisco de Miranda.
Otros combates tuvieron lugar en el Fuerte Tiuna, donde comenzaron las acciones subversivas, en las comandancias generales del Ejército y la Armada, en el Comando Regional Número 5 y el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, en la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y en Venezolana de Televisión (canal 8).
A pesar de la magnitud del movimiento en la región capital, el presidente Pérez pudo sortear con éxito la situación, ya que a su llegada de Suiza, donde se encontraba participando en el Foro Económico Mundial, estaban esperándolo el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el ministro de Interiores, Virgilio Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a detener al mandatario nacional.
Una vez en la residencia presidencial, Pérez recibió a las 11 de la noche una llamada telefónica de Ochoa Antich en la que era informado de un alzamiento en el Fuerte Mara en el Zulia, por lo que decidió trasladarse al Palacio de Miraflores, evadiendo por escasos minutos la captura de los militares revolucionarios.
Luego, a las 12 de la noche en Miraflores fue atacado por tanques y por una unidad de paracaidistas, produciéndose intensos combates.
Nuevamente, el presidente Pérez logró huir de sus captores dirigiéndose al canal 4 de televisión (Venevisión), desde donde se comunicó con el país a la 11 de la mañana, informando acerca de la situación y condenando la rebelión.
Sin embargo, la situación en el resto del país no estaba controlada, ya que a diferencia de la región capital donde el movimiento no cumplió con los objetivos; en el estado Zulia había triunfado la Operación Zamora.
En tal sentido, su máximo jefe Francisco Arias Cárdenas, quien se desempeñaba como comandante del grupo de artillería misilística “José Tadeo Monagas”, había tomado a las 12 de la noche la casa del gobernador del estado Oswaldo Álvarez Paz, y desde la misma se proclamó gobernador militar de la región, dando a conocer a través de una emisora radial los motivos del movimiento y los principios del MBR-200.
Aragua y Carabobo fueron otras regiones del país en las que triunfó la Operación Zamora, En cuanto a Maracay, se sublevaron 3 batallones de la 41ª Brigada de Infantería Paracaidista y el Batallón García de Sena, al mando del teniente coronel Jesús Urdaneta Hernández; y el Batallón de Cazadores General Vásquez, al mando del teniente coronel Jesús Ortiz Contreras, hoy ya fallecido.
Finalmente, a las cuatro de la mañana del día de la rebelión, después de las palabras de Hugo Chávez Frías que se produjeron a la una de la madrugada, quién asumió la responsabilidad del movimiento y solicitó las fuerzas aún rebeldes de Aragua y Carabobo que se rindieran ante el fracaso de las operaciones en Caracas, para evitar mayor derramamiento de sangre.
Barrientos narró que “Carlos Andrés Pérez mando a ametrallar el cuartel y después de eso vino la rendición, luego a la una y media, a dos y media de la tarde”. El general dijo que Valencia fue la última ciudad que entregó las armas, a las 3 y media de la tarde.
Antes del 4F
Cuando se habla del 4 de Febrero se hace referencia a lo que sucedió ese día, pero es importante también mencionar todo lo que anteriormente aconteció, para que esos hechos marcaran las historia de nuestro país.
Se conoce que los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200. Organización fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia Militar. Debido a que entre sus miembros figuraban oficiales de graduaciones medias tales como comandantes (CO), mayores (MA), capitanes (CA), tenientes y tenientes-coroneles (TE), dicho movimiento se conoció como COMACATE. Asimismo, buena parte de los integrantes fundadores pertenecían a la promoción Simón Bolívar, la cual egresó de la Escuela Militar en 1975 y que con el tiempo se fueron integrando a este primer grupo profesionales de la Escuela Militar de las promociones pertenecientes a los años 1980 a 1990, llegando a agrupar a más de 300 profesionales militares dispuestos a luchar por la causa del país.
El general Barrientos contó que “unos meses antes del movimiento del 4F, en una primera reunión con el comandante en Guacara, veníamos casi a la 1 de la mañana, estábamos por el Big Low Center, entonces la policía vio que era una caravana de carros muy larga y nos detuvo allí, en ese momento todo el mundo peló por sus pistolas y el comandante (Chávez) calmó la cosa. Ese día casi que se delata todo”.
Juramento del Samán de Güere
El 17 diciembre 1982 se realizó el juramento que representa el inicio de esta nueva gesta emancipadora emprendida por el actual presidente de la República Hugo Chávez Frías, oficiales y suboficiales. Juraron por Dios, por la Patria y por el honor, no darle tranquilidad a sus almas, ni descanso a sus brazos hasta no ver rotas las cadenas que oprimían al pueblo por voluntad de los poderosos.
Este juramento fue realizado ante el histórico árbol Samán de Güere ubicado en la población del mismo nombre (cerca de Maracay), famoso porque bajo su sombra descansó el Libertador y es considerado sagrado por los arawak, para quienes representaba el dios Chamán encarnado; y fue allí, entorno a este árbol, donde justamente se consumó uno de los genocidio más terrible de un etnia indígena, los arawak, por los invasores españoles, entre los años 1524 y 1526.
Al respecto, el actual diputado del PSUV, Francisco Arias Cárdenas, manifestó que “el Juramento del Samán está vigente perfectamente; el juramento nuestro de trabajar sin descanso por el pueblo, de trabajar sin descanso con la gente y superar que es lo bueno de este momento, casi a veinte años, superar también diferencias, confrontaciones por espacios de poder, y además tener la capacidad de darle a la propia gente, a nuestros hermanos el ejemplo que perdonar, reconciliarse y entenderse en torno a los ideales tiene razón y puede ocurrir”.
Semilla en tierra fértil: el árbol de las tres raíces
El árbol de las tres raíces constituye el triangulo ideológico conformado por tres de los más grandes revolucionarios de América Latina y del país en el cual se fundamentan los principios del Movimiento Bolivariano MBR-200. Estos tres pensadores son: Simón Rodríguez o Samuel Robinson, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora.
El ideal revolucionario del Libertador centrado en el sueño de una América Latina y Caribeña libre y unida, usando como estandarte la constitución de un Gobierno que brinde la mayor felicidad posible al pueblo, la política de “moral y luces”, la idea de la unidad Pueblo-Ejército, el criterio de la originalidad de la revolución hispanoamericana y su denuncia al colonialismo y al imperialismo como enemigos de la causa americana.
Otro de los ideales fijados por el movimiento es el de Ezequiel Zamora, el caudillo popular de la Guerra Federal, abanderado de los humildes y ferviente bolivariano, quien tuvo un papel protagónico como guía del pueblo más pobre durante la contienda civil entre liberales y godos.
El general de división Cliver Alcalá Ordoñez, quien se desempeñaba el 4F como capitán comandante de la caballería de la nave infante de la Fría afirmó que “la raíz de Bolívar que era la del político consumado la del militar victorioso, la unidad que se requería para lograr los objetivos en contra del imperio; la de Simón Rodríguez, Robinson, la raíz de la educación la de las luces; además de la tercera raíz que era la que representaba Ezequiel Zamora, “tierra y hombres libres, el concepto de la tierra para todos, para crecer como país”.
Estos tres pensadores dejaron un legado para las generaciones futuras, ya que contribuyen al desarrollo de los pueblos originarios, de una libertad sin límites, de la justicia, del amor por la Patria Grande y la Humanidad, del desprendimiento de lo material, de colocar al ser humano por encima de cualquier otro valor.
El general Alcalá definió “que estas raíces son la génesis de este proceso revolucionario que hoy vivimos y que la Fuerza Armada va perfilando y fundamentando, las Fuerzas Armadas son fundamentales en el proceso, son el bastión de este Gobierno, ahora si contamos con una fuerza armada que tiene su propia conciencia, ahora tenemos un pensamiento propio, solio teníamos era un adiestramiento del elemento gringo imperialista”.
La gota que derramó el vaso: El Sacudón
El 27 de Febrero de 1989, Venezuela fue víctima del genocidio más grande en la historia como resultado de la represión que costó la vida de más de 300 compatriotas y miles de heridos.
El Sacudón o Caracazo como también se le llama, se constituyó como un hecho de lucha popular en contra de unas medidas injustas tomadas por el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Las Fuerzas gubernamentales intentaron contener al pueblo atacándolo y masacrándolo vilmente con las armas.
A pesar del asesinato masivo provocado por el Gobierno de Pérez este suceso marcó y cambió la forma de pensar de un pueblo que estaba harto de 40 años de gobiernos neoliberales.
Tal y como lo expresó el general Barrientos: “El 27 de febrero es una fecha histórica en donde las armas de la fuerza armada apuntaron contra el pueblo; eso enardeció a muchos oficiales jóvenes, entre esos el comandante (Hugo Chávez) y a los oficiales que ya se venían organizando”.
“Cuando sucede este hecho y se dan tantos muertos, claro que esto indigna a cualquier hombre que ame al pueblo, que sepa que la Fuerza Armada Nacional no es para apuntar contra el pueblo, sino para defender al pueblo, y esto fue lo que aceleró más la marcha del Movimiento Bolivariano 200 y llevó a que se dieran estos desenlaces del 4 de febrero de 1992″.
Por ahora
Además de la boina roja símbolo de Batallón de Paracaidistas Nicolás Briceño al que pertenecía el comandante Hugo Chávez Frías, también se patentó ese día una frase que quedó grabada en la historia sonora del país como es el tan escuchado “por ahora”.
El coronel Áaron Kantz Pinto dijo “esa frase que está tan arraigada. Es símbolo de lo que se esta llevando a cabo ahora, en la actualidad cuando pasó a otra etapa que ya no es una revolución, que es un proceso porque nosotros lo hicimos en un momento, pero ya es de todos los venezolanos”.
Por otra parte, el general Willmer Barrientos afirmó que inicialmente cuando vieron al líder del movimiento decir “por ahora” se sintieron desmoralizados, “pero cuando llegamos al cuartel San Carlos y el comandante nos explicó el “por ahora”, entendimos que fue todo un éxito, y se sembró en nuestro espíritu y lo llevamos todavía”.
El comandante Arias manifestó el interés del presidente Hugo Chávez en insistir en el espíritu del 4 de febrero, y a propósito realizó la siguiente reflexión sobre lo que aún sigue cultivando esa fecha histórica que “tiene que ver a una respuesta a lo que fue el febrero del 89; que tiene que ver con un acompañamiento al pueblo por parte de sectores de la Fuerza Armada y de sectores políticos de avanzada en el país y que ahora tiene que transmitirse a una gran comunidad de personas que es el PSUV, que es el propio polo patriótico, en función de que estos ideales sean lo que nos lleven a lograr la efectiva aplicación de las 3R, a relanzar la revolución, a relanzar el trabajo, para construir espacios dentro de la revolución y abrir los caminos nuevamente”.
. Fuente: YVKE
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