“¿Qué es el Chavismo?” (Capítulo IV)


| Tatuy Televisión Comunistaria |

Detrás de toda la arremetida neoliberal de la década de los ’90 prevalecía la quiebra de la partidocracia que ostentó el poder en Venezuela a partir del famoso Pacto de Punto de Fijo.

Capítulo 4. El Chavismo no es pacto de élites

El esquema bipartidista engendrado a partir de aquel pacto de élites logró mantener por décadas la ilusión de que aquella Venezuela vivía una democracia envidiable. Las elecciones lograron mantener encendido ese falso dilema entre adecos y copeyanos, con el pueblo distraído mientras que las élites desmantelaban al país y se atornillaban al poder en nombre del pueblo.

La crisis de esta “democracia pactada” le permitió al pueblo ver a la élite gobernante como un “cogollo” corrupto, que había privatizado el Estado para su propio beneficio, saqueado la riqueza petrolera de la nación y atropellado al pueblo, usando la democracia como una fachada.

¡Nada nuevo! Esta traición con olor a pacto venía de lejos: el Pacto de Punto Fijo reeditaba la traición de La Cosiata y el Pacto de Coche; sepultureros de las revoluciones de Bolívar y Zamora.

“(…) a Zamora lo asesinaron, como a Sucre, como a Bolívar, según yo lo creo. Y aquellos que con Zamora levantaron la bandera de la Revolución, aquellos compañeros dirigentes de la Revolución, todos llegaron a presidente, o casi todos: Guzmán Blanco, Falcón, Linares Alcántara, todos fueron presidentes, pero terminaron igualito: oligarquizados, aburguesados, y se olvidaron del pueblo. Y es lo que se conoce en la historia como la oligarquía liberal, la oligarquía liberal. ¡Cuidado en nuestras filas con una oligarquía bolivariana! Aquí no queremos nuevas oligarquías, nuevas burguesías.”

El Chavismo aborrece el pacto y la política de élites, que sólo han servido para enterrar al pueblo y salvarle el pellejo a las clases dominantes. Pacto y oligarquía se convirtieron en palabras malditas para el Chavismo.

Hoy huele nuevamente a pacto. Sectores del actual gobierno y de la oposición pujan por un nuevo “pacto de gobernabilidad”, disfrazado de diálogo, gran acuerdo o concertación. Las negociaciones avanzan a espaldas del pueblo.

¿De nuevo prosperará un pacto de élites? ¿No existe otro camino para solventar las contradicciones que hoy atraviesa el proyecto bolivariano? ¿Volveremos sobre el círculo vicioso de la revolución traicionada? ¿Qué hará el Chavismo?

“(…) ¿Pacto con la burguesía? ¡No habrá pactos para la burguesía! No habrá pacto con la burguesía. ¡Diálogo con el pueblo siempre! Yo estaré dialogando siempre con el pueblo y oyendo al pueblo.”

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