Bizarro #1

Reprodução/www

Oscar Serra, autor do texto abaixo, não poderia começar com frase melhor a descrição do que sente sobre o futebol cubano. O ‘melhor’ não é a inércia nos campos de lá, mas ao pé da letra, da vida, como ele disse.

Os hermanos da Ilha não podem buscar em muitas teorias como fazê-lo crescer, o almejado ‘profissionalismo’. Ontem a imprensa brasileira estava, e intensificará durante a semana, a dizer sobre um almofadinha da Fifa cobrando obras em nosso território, coisa que nem os parasitas locais seculares fazem – comandam na calada e pronto. Sem dúvidas, imprensa e ‘parlamentares da oposição’ vão chacoalhar o governo nacional em favor do cartola que, entre um caviar e outro, ‘indigna-se’ às custas dos cofres nacionais.

Bem destacou Sánchez que Cuba é uma potência esportiva mundial, e se não for o caso do ludopédio, é questão de organização. De entusiasmo da molecada. De tempo. Copa Ouro, em último ou  primeiro, ao menos perdem com os ‘nativos’, e não enchem de naturalizado$ que dos colonizadores só têm direito no futebol (esportes), e se ganhar, vide França, Alemanha, Itália, etc. Caso contrário, a xenofobia vai a campo. (Ricardo S.)

. . .

Fútbol cubano: soportar las orugas para ver las mariposas

por Oscar Sánchez Serra

Lo peor en la vida es la inercia. Hace casi un año, el 19 de julio del 2010, unos días después de finalizada la Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica, en estas mismas páginas escribimos:

“Cuando tengamos a cientos de miles de niños jugando, anotando goles, compitiendo en defensa de la camiseta de su escuela, como mismo lo hicieron en estos días por la de varios países; cuando los padres y los amiguitos del barrio los vayan a ver como si fuera Messi; cuando el director y los profesores se sientan orgullosos del equipo de su escuela, entonces podremos hablar de desarrollo y de seguro comenzaremos a anotar goles, nuestros campeonatos de primera categoría serían mucho mejores, pues tendrían de donde nutrirse; las matrículas de las EIDE serían cualitativamente superiores y las selecciones nacionales demandarían de menos esfuerzos para su preparación y en consecuencia de menos recursos”.

Hoy volvemos sobre el tema, pues no pocos son los mensajes de decepción que nos llegan a los medios de prensa tras la actuación de nuestro equipo nacional en la Copa de Oro, jugada en varias ciudades estadounidenses, en la cual encajó tres derrotas consecutivas con 16 goles en contra y uno solo anotado.

No busquemos las causas de tan deplorable presentación en concepciones tácticas, errores de la dirección de la escuadra, falta de roce internacional o en la calidad de los contrarios, que por supuesto, nadie las cuestiona; muchos menos responsabilizar a los jugadores. El calificado como bochornoso papel que tuvimos en esa cita, se debe a otros motivos: no hemos sabido encauzar la popularidad de este deporte y mucho menos, convertir las ansias de niños y jóvenes de jugarlo, en una opción física, formadora y recreativa para ese sector poblacional.

Nuestra televisión tiene tres programas de fútbol a la semana, Gol Latino, Fútbol Internacional y Gol, súmele el espacio destacado en el dominical Todo Deportes, y en el caso de la capital, en el Canal Habana, otro similar a los tres primeros. Eso es bueno, pero cuesta y la cuantía es mayor porque el INDER, la institución destinada a que eso se traduzca en muchos niños y jóvenes jugando, no ha logrado materializar un sistema o proyecto que los incluya a todos.

¿Cuántas veces no nos cruzamos, lo mismo caminando que en un transporte, con improvisados terrenos en cualquier barrio de la Isla? Es cierto que las autoridades deportivas, mediante su Comisión Nacional de Fútbol, han hecho algunos intentos, por ejemplo con los campeonatos del barrio, algo muy positivo, mas solo queda allí, sin que logre trascender a la sociedad.

En nuestra modesta opinión, no necesitamos avezados técnicos del fútbol internacional para levantar los resultados del país, la demanda pasa por organizar un sistema que incluya a toda esa espontaneidad, y que le permita de manera organizada desatar todos los deseos de anotar e impedir los goles, en otras palabras, jugar.

Podría hablarse de un proyecto en el cual participe no solo el INDER, sino también el sistema nacional de enseñanza, el sector empresarial, las organizaciones de masas, con el objetivo de estructurar un calendario competitivo que represente a las instituciones, sean escolares, laborales o comunitarias. Sería una fórmula socialista de organización, que con el concurso de nuestros especialistas en administración deportiva, específicamente en organización y programación del deporte, integre un movimiento capaz de convertirse en un fenómeno social.

Para eso es necesario un sistema o calendario competitivo, con la escuela como base fundamental, para que la aspiración crezca desde la raíz y propicie un desarrollo que lleve a una justa, evento o como gusta ahora, una Liga de mayores, en la que además de las provincias, también se hagan representar empresas, fábricas, universidades u otras instituciones, es algo similar a lo que hoy se conoce como competencia de clubes.

Claro, esto no se hace de un día para otro; claro que lleva pensar bien cada paso, pero claro también que no debemos seguir esperando a que alguien nos lo organice. Hemos sido capaces de levantar una verdadera potencia deportiva mundial, justamente sobre la base de socializar el deporte, de hacerlo participativo, entonces ¿cómo no vamos a poder llevar el fútbol a una expresión social?

Hay un problema de estrategia: en el fútbol no podemos partir del alto rendimiento, sino de la masividad y del arte del dominio del balón que comienza desde los primeros años de vida.

Sí, eso lleva financiamiento, pero si lo que gastamos hoy en viajes, en mantener equipos nacionales sin la calidad necesaria para enfrentar lides internacionales, fuera invertido en generar un verdadero movimiento en el país, no tardarían en salir selecciones con capacidad de escribir nuevas historias. Apliquemos aquella frase de Antoine de Saint-Exupery, “hay que soportar las orugas para conocer las mariposas”. Traducido a lo que nos hace falta, debemos trabajar para que como fruto, lleguen los goles.

Aprovechemos lo que brinda este deporte. En el orden físico prepara saludablemente a la juventud; en el formativo, favorece el espíritu colectivo (todos en pos de un objetivo ofensivo y defensivo, anotar y que no te anoten), y en el recreativo, las calles no se llenan de muchachos tras un balón por gusto. Son muchas las ventajas para seguir contemplando la inercia.

{ Granma }

Publicado em 25.06.2011

Deixe uma resposta

O seu endereço de email não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *

Esse site utiliza o Akismet para reduzir spam. Aprenda como seus dados de comentários são processados.