En la espalda

15-08-2016b

El crimen de un hincha de Huracán durante la dictadura

por José Luis Ponsico

El 26 de mayo de 1976 Estudiantes y Huracán empataron 0 a 0 en La Plata sin grandes emociones, pero el cotejo es recordado porque una brutal represión policial de la Bonaerense le costó la vida a Gregorio Oscar Noya, hincha de Huracán, de 38 años y que era ajeno a los incidentes.

La investigación periodística a cargo de Amílcar Romero, autor del libro “Muerte en la cancha” (1985), cuenta que “en la tribuna visitante habían desplegado la bandera de la Juventud Peronista al término del primer tiempo”. Y agrega: “Se sabía de simpatías de cientos de hinchas del ‘Globito’ con el peronismo revolucionario, desde el ’73”. “La policía dispuso un cerco y en la vieja tribuna de madera visitante otros hinchas no sólo no quitaron la bandera sino que mostraban una pancarta de Montoneros, en pleno régimen militar y con la policía bonaerense movilizada”, señala.

La crónica de Romero ubica al infortunado hincha de Huracán, martillero público, en la platea en sector alejado al problema. “El episodio generó el ingreso de la policía a la tribuna y corridas a decenas de jóvenes hinchas de Huracán. La acción represiva siguió en la calle y hubo gases lacrimógenos que provocaron una densa humareda de afuera hacia adentro.

También balas y una que de abajo hacia arriba le dio en la espalda a Noya, que estaba con su hijo, de sólo 16 años”, afirma el relato. El mismo texto refleja que “desde abril estaba al frente de La Bonaerense el entonces coronel Ramón Alberto Camps designado por el Ejército y el gobernador provincial, el temible general Ibérico Manuel Saint Jean”. “Los Noya estaban ubicados en la platea alta, situada sobre la avenida 1, en la penúltima fila, de espaldas a la calle y la bala vino de 50 metros”, añade.

“Me dieron en la espalda”, contó Gregorio Noya, hijo, al cronista que lo entrevistó días más tarde en Riestra al 5000, donde la víctima vivía con su familia – esposa y cuatro hijos – y en sociedad atendía su propia inmobiliaria en la zona de Patricios.

“Íbamos siempre a ver a Huracán desde el gran equipo del ’73 cuando fue campeón con (César) Menotti de técnico y grandes jugadores. Esa tarde, mi papá me dijo ‘Mejor vamos a la platea’ por el clima político a partir del gobierno militar”, reproduce la investigación de Romero.

El propio autor llevó a cabo un repaso de la escasa repercusión que tuvo “la muerte en la cancha” (del inocente hincha del ‘Globito’) y pudo entrevistar más tarde al hijo del simpatizante que estuvo en agonía, lúcido, durante 22 horas.

Amílcar Romero, entrevistado por Télam, puntualizó: “Los diarios mandaron el crimen en recuadro. Los familiares vivieron la angustia en silencio. La policía solo dio un parte ‘aludiendo a un tiroteo con una víctima’. Algunos medios ya hablaban de recesión, y la dictadura llevaba apenas dos meses”, concluyó.

{ Agencia Télam }

Publicado em 07.06.2012

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