cinismo racista


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La pandemia bioterrorista del sionismo

por Emilio Silva

El tifus es una enfermedad infecciosa y mortal generada por el consumo de agua y alimentos contaminados con la bacteria fecal Salmonella typhi, siendo lógico que se propague en sitios superpoblados o insalubres. Pero, ¿siempre ha sido así?

La ciudad de Acre, que recibía agua de un acueducto proveniente de otra ciudad cercana llamada Kabri, sufrió una epidemia de tifus entre el 6 y el 19 de mayo de 1948. Ambas ciudades se encuentran en Palestina, y estuvieron bajo dominio inglés hasta el 14 de ese mes, cuando por la Resolución 181 de la ONU (aprobada en noviembre de 1947), gran parte de ese país pasó violentamente a manos de los colonos sionistas de origen europeo, autoproclamados integrantes de un inexistente pueblo judío, y que ya practicaban el terrorismo, tanto contra el pueblo palestino como contra las tropas inglesas, para sustituirlos como los nuevos amos de Palestina.

Ante la pasividad inglesa, las hordas sionistas tomaron Haifa en abril de 1948, obligando a sus miles de residentes palestinos a buscar refugio en Acre, siendo luego atacada por esas hordas que además contaminaron el agua del acueducto con la bacteria del tifus, en un punto intermedio del mismo, dado que este atravesaba asentamientos donde vivían colonos sionistas.

Con cinismo racista, esos asesinos atribuyeron la epidemia de Acre a que estaba superpoblada o insalubre, así como a la supuesta falta de higiene de los refugiados, siendo tan rara esa plaga que la misma no ocurrió entre refugiados de sitios donde las condiciones eran peores.

Integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja y los servicios médicos ingleses, demostraron que la enfermedad provenía del agua traída por el acueducto hasta Acre, finalmente tomada y saqueada por sus atacantes, quienes robaron muebles, ropa y todo cuanto sirviera a los invasores sionistas, para instalarse en las casas de los palestinos. Aquellos practicaron la violencia contra mujeres y niños e igualmente mataron palestinos, sobre todo a quienes se negaban a irse.

Estos y otros detalles de epidemias creadas entre 1947 y 1948 por colonos sionistas en Egipto, Siria y Palestina (más concretamente en Acre y Gaza), son expuestos en los textos El arsenal secreto de Israel, de Celia Pérez y Restos de veneno, de Salman Abu-Sitta, evidenciándose que el sionismo usa el bioterrorismo para imponer la colonia euroestadounidense de Israel (Palestina ocupada).

Partiendo de ambos autores, y añadiendo lo que señala Javier Villate en su obra Mordechai Vanunu, el Nelson Mandela de Israel, se sabe que durante los años 40 del siglo XX el sionista polaco David Grün (alias David Ben Gurion), quien llegó a ser primer ministro de esa colonia, congregó a científicos europeos sionistas (entre estos al alemán Ernst David Bergmann) como miembros del Cuerpo de Ciencia de la banda terrorista Haganá, y rebautizado en mayo de 1948 como Hemed, en cuyo seno se crearon las unidades Hemed Beit (para armas biológicas) y Hemed Gimmel (para armas nucleares).

En 1952 se crea la Comisión de Energía Atómica de Israel, siendo su presidente el sionista Bergmann, fundando a su vez el IIBR (siglas en inglés del Instituto Israelí de Investigación Biológica), donde se producen armas biológicas y químicas para el ejército y el servicio secreto israelíes. Por ende, Bergmann pasa a ser un bioterrorista nuclear.

Muchas edificaciones en Israel (Palestina ocupada) quedaron vacías por la expulsión de sus dueños palestinos para ser ocupadas por colonos sionistas. Uno de esos inmuebles era una mansión situada en medio de un naranjal, al oeste de un área residencial llamada Ness Tziona, y que fue escogida como la actual sede del IIBR.

Son engañosas las cifras de empleados que indica el IIBR en su página web, pues hay otros muchos científicos que desempeñan su trabajo en los departamentos de Microbiología de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Continuando con Villate, y añadiendo lo que Manlio Dinucci y Luis Beatón denuncian respectivamente en sus escritos (Las armas secretas NBQ de Israel y Guerra genética podría usarla [Israel] contra palestinos y árabes), el IIBR investiga sobre vacunas contra virus y bacterias (como las asociadas a la peste bubónica, el ébola y el ántrax) con financiamiento del Pentágono y del gobierno de Italia (país que sufre ahora la pandemia del coronavirus).

Hace años el Comité para la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica descubrió que el régimen racista del apartheid y su aliado Israel, desarrollaban una bomba étnica con tecnología sudafricana, diseñada para eliminar solo a cierto tipo de habitantes del mundo árabe, pues los científicos del IIBR identificaron un gen propio de aquellos, especialmente los de Irak, e intentaron crear microorganismos que se dispersarían por aire y agua para que solo atacasen a los portadores de ese gen.

¡SIONISMO = BIOTERRORISMO!

{ Diario VEA }

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